El falso debate sobre la crisis del sistema de pensiones
Lun, 10/01/2011 - 17:50 � prensa Campa�a.En los �ltimos tiempos asistimos a un debate sobre la necesidad de reformar el sistema de pensiones con el cual se est� empleando un lenguaje deliberadamente alarmista (dr�sticos descensos del super�vit, desequilibrio en las cuentas de la Seguridad Social, etc), algo que hemos venido viendo durante todo el a�o 2010, primero referido al balance de 2009 y despu�s, al finalizar noviembre, tambi�n al de 2010. Lo que por contra nadie ha explicado, es que en el a�o 1999 no hab�a ning�n fondo en el que guardar y rentabilizar el super�vit de la Seguridad Social, que se iba seg�n ven�a, y sin embargo a la clase pol�tica y empresarial entonces le parec�a bien el sistema de pensiones. Tambi�n a mediados de la d�cada que acaba de terminar, en plena "�poca de vacas gordas", se registraban unos super�vits similares a los de ahora, e, igualmente, en aquel momento les parec�a bien a pol�ticos y empresarios el sistema de pensiones vigente.
El Gobierno habla ahora de la necesidad de cambiar el modelo productivo y lo esgrime como argumento para cada paso antisocial que da, y sin embargo ha rebajado en los Presupuestos Generales del Estado de este a�o la inversi�n en I+D, �rea de inversi�n que permitir�a modernizar el modelo productivo espa�ol sin necesidad de salirse siquiera de la l�gica capitalista, porque detr�s de todo esto no hay m�s que demagogia orientada hacia la manutenci�n de los privilegios de siempre, recortando tambi�n por donde siempre: entre los trabajadores, en activo o en paro, y en general entre los m�s desfavorecidos. Prueba de ello es que entre tanto, se han aprobado una serie de nuevos beneficios fiscales para las empresas, que para 2011 le costar�n a las arcas p�blicas 230 millones de euros, se ha acordado eliminar la ayuda de 426 euros a parados sin prestaci�n ni subsidio, se ha aprobado una subida del IRPF y otra del IVA, impuestos ambos que afectan muy directamente al conjunto de los trabajadores... todo ello sin olvidar la Reforma Laboral m�s agresiva para los trabajadores en toda la historia reciente de este pa�s, en la cual se da�a muy seriamente la negociaci�n colectiva, se abaratan los despidos y se fomenta el trabajo a jornada parcial con la precariedad salarial que eso acarrear�.
Y ahora toca cargarse tambi�n el sistema de pensiones, tal vez porque Espa�a es uno de los pa�ses donde menos negocio hace la banca con los planes de pensiones privados, y siguiendo la pol�tica que impera ahora que hay crisis, debe aprovecharse esta excusa de oro para hacer que el dinero p�blico pase a ser privado como sea. Tal vez, porque a cuenta de la crisis, que los Estados han convertido en carta blanca, estamos asistiendo a la liquidaci�n de los pocos derechos y cobertura social que ten�amos los trabajadores, en lo que es uno de los peores procesos de liberalizaci�n de la econom�a vistos aqu� y en el resto de Europa.
Con ese fin se nos dice que el actual sistema de pensiones es insostenible. Conviene, por tanto, aclarar algunos aspectos:
1. Durante las �ltimas tres d�cadas las arcas de la Seguridad Social no han dejado jam�s de estar en super�vit. Dicho de otra forma, durante los �ltimos treinta a�os el montante total reportado en concepto de cuotas que pagamos a la Seguridad Social ha sido superior al gasto total efectuado en pensiones, subsidios y prestaciones de toda clase. Aunque es cierto que la magnitud de dicho super�vit tiende a la reducci�n, estamos a d�a de hoy en niveles parecidos a los de los a�os 2004-2006, en los que tan bien nos promet�an que nos iba a ir. Concretamente en 2010 el super�vit fue de 11.100 millones de euros.
A ra�z de lo prolongado de este super�vit, el Gobierno cre� en el a�o 2000 el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, en el cual se ha ido "guardando" una parte de ese super�vit. En el a�o de su creaci�n el Fondo ten�a 604 millones de euros; en 2009 alcanz� los 60.022 millones de euros.
Seg�n el informe anual m�s reciente (2009) de la Direcci�n General de Seguros y Fondos de Pensiones, dependiente del Ministerio de Econom�a y Hacienda, el peso del Fondo de Pensiones espa�ol sobre la econom�a del pa�s se sit�a en un 8,1% del PIB, una de las tasas m�s bajas de entre los estados que figuran en el muestreo, que incluye mayoritariamente pa�ses ricos. De hecho, la media ponderada resultante de todas las tasas del muestreo da un 67,1% del PIB frente al, repetimos: 8,1 de Espa�a.
2. Conviene recordar que la reforma laboral (35/2010 de 17 de septiembre) incrementar� la intermitencia de las cotizaciones para la pensi�n, al incrementar la temporalidad y las trayectorias laborales discontinuas (empleo temporal - paro - empleo fijo - ERE � paro � empleo temporal � paro - etc).
Asimismo la tendencia de la temporalidad pasar� de ser un"efecto edad", (los temporales son j�venes y llegados a cierta edad tienden a tener contratos fijos, estad�sticamente hablando) a ser un "efecto generaci�n" extendiendo la temporalidad a cualquier edad y sector econ�mico fruto de las desregulaciones en el mercado de trabajo, sobretodo las recientes. Lo que provocar� que la pensi�n resultante en el momento de la jubilaci�n sea de miseria.
3. Tanto aumentar la edad de jubilaci�n como incrementar los a�os para calcular la pensi�n suponen un claro ataque a los derechos conseguidos por los trabajadores a lo largo de sus luchas: la primera opci�n supondr�a dos a�os menos de pensiones trabajando dos a�os m�s (o lo que es lo mismo: una p�rdida de cuatro a�os); la segunda provocar� que se incluyan muchos tramos de las trayectorias laborales discontinuas rebajando la pensi�n ultima.
4. Con la reforma buscan pues, dos objetivos: a) recortar el "salario diferido", es decir la parte de salarios pagada por cotizaciones y que es devuelta a la jubilaci�n y b) forzar la situaci�n para promover la privatizaci�n de las mismas (independientemente que se incentiven por otras v�as las privadas). En la medida que la clase trabajadora vea que la pensi�n p�blica que le queda es muy baja, se plantear� hacerse planes de pensiones privados. Es por esa v�a lenta por la que el capital financiero puede hincar el diente a una masa important�sima de capital que estaba "fuera de mercado" en manos de la Seguridad Social y el Estado. Por otro lado, no nos olvidemos que las pensiones privadas siguen siendo objeto de importantes desgravaciones fiscales desde hace muchos a�os, y estas desgravaciones nunca se tocan.
Nuestras alternativas:
Aun desmontando bastantes de los t�picos que intentan vendernos con el fin de reformar el sistema de pensiones a su gusto, podemos estimar que si dejamos el sistema actual intacto, la pensi�n media se desplomar� debido precisamente a la situaci�n del mercado laboral (temporalidad y precariedad que son incluso previas a la reforma laboral) por lo tanto es es cierto que habr�a que hacer ciertos cambios en el sistema, pero desde luego NO en base a las catastr�ficas predicciones en las que se basan todas las propuestas de reforma interesadas:
Si llega a haber problemas de financiaci�n, dichos problemas se podr�n financiar tambi�n con impuestos como en otros pa�ses. Impuestos al capital financiero de entrada, pero tambi�n eliminar los topes de cotizaci�n para las rentas m�s altas (lo que redundar�a en una redistribuci�n m�s justa de la renta) y abolir las desgravaciones por sistemas privados de pensiones: quien quiera pensiones privadas, que las pague de su bolsillo, que encima, como la crisis ha puesto de manifiesto, son m�s inseguras que las p�blicas.
Adem�s, desde el punto de vista de los ingresos -que en el debate de las pensiones se deja siempre de lado, intocable- se debe fomentar la incorporaci�n de la mujer al mercado de trabajo: con una tasa de empleo femenino similar a la de otros pa�ses europeos, el n�mero de cotizantes aumentar�a lo suficiente como para atenuar la presi�n demogr�fica en buena medida; ese fomento del empleo femenino se puede hacer v�a gasto social, con redes de escuelas infantiles y bajas de maternidad/paternidad mejores. Esto no s�lo ser�a mejor en t�rminos de igualdad de g�nero sino que aumentar�a el empleo y con �l el n�mero de cotizantes. Pero adem�s estimular�a la natalidad, poniendo las bases para atenuar en un futuro m�s lejano nuevas presiones demogr�ficas
Por otro lado, existe la necesidad de aumentar la productividad del sistema: con m�s productividad, mayor excedente, que con la fortaleza obrera suficiente, podr�a ir destinado a pensiones u otro gasto social. Ese aumento de la productividad puede incentivarse aumentando salarios para que las empresas inviertan en capitalizar la econom�a, y fomentando un cambio de modelo productivo alejado de sectores de productividad mediocre como la construcci�n y el turismo.
Para finalizar, entendemos que no se trata s�lo de que no nos toquen la edad de jubilaci�n, ya bastante alta, ni de que nos aumenten los a�os de cotizaci�n sino que, adem�s de las medidas a corto-medio plazo que hemos citado, la clase trabajadora debe, en paralelo, establecer una cr�tica radical al sistema capitalista que nos est� colocando a los pies de los sacrosantos mercados con el benepl�cito del gobierno de turno. Los trabajadores y trabajadoras debemos seguir la senda de la movilizaci�n y la lucha esbozadas el 29-S, que en no pocos lugares y sectores sobrepas� a los tibios sindicatos oficiales en sus movilizaciones para, en definitiva, ir sentando las bases de un profundo cambio de sistema por otro m�s justo e igualitario, un sistema para las personas y no el dinero.
Pong�monos pues a ello.
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