lunes, 9 de agosto de 2010

FEDERACION ANARQUISTA IBERICA PACTO ASOCIATIVO

F.A.I.


Federación Anarquista Ibérica

La CNT participa desde el primer momento en la reconstrucción de la A.I.T, si bien al año siguiente tiene que pasar a la clandestinidad debido al golpe de Estado con el que el general Primo de Rivera instaura su dictadura. Mientras que la Unión General de Trabajadores (UGT, sindicato socialista) pactó con el dictador y pudo seguir formalmente su funcionamiento, la CNT fue perseguida durante todo ese período.

La FAI
En esta situación de persecución y clandestinidad, se funda en 1927 la Federación Anarquista Ibérica en Valencia. Cuando Fanelli llegó a España en 1868 para impulsar la A.I.T en nuestro país, traía también consigo el programa de la Alianza Internacional para la Democracia Socialista, organización creada por Bakunin, de carácter anarquista, en la que se integraron buena parte de los impulsores de la A.I.T en España. Así pues, ya desde el primer momento, la Alianza va a constituir el espíritu animador de la Internacional en nuestro país. Los dos primeros núcleos se crearon en Madrid y Barcelona, desde donde se extendieron a otros lugares, procurando mantener un estrecho contacto entre todos los revolucionarios convencidos y dando al mismo tiempo impulso a las secciones locales de la Internacional que, por otra parte, habían sido creadas por ellos.
Es decir, que ya desde el primer momento anarquismo y sindicalismo revolucionario fueron estrechamente unidos (y a ello se debió que durante 70 años la tendencia libertaria fuera la predominante entre los trabajadores españoles, creando en ellos una conciencia revolucionaria poderosa muy superior, en cuanto a influencia social, a la que ha habido en otros países y procesos revolucionarios).

La desaparición de la Alianza no supuso, ni mucho menos, la ausencia de coordinación de los grupos anarquistas, que siguieron dotándose de organizaciones que les servían para establecer coordinaciones duraderas, el intercambio de propaganda y, sobre todo, para las acciones de solidaridad. No hay que olvidar que durante todo este periodo, salvo momentos históricos muy escasos, los anarquistas y sus organizaciones debían funcionar en la clandestinidad, lo que da más valor si cabe a su actividad e influjo social.

Meses antes del pronunciamiento militar, se había creado la Federación Nacional de Grupos Anarquistas (FNGGAA) que aglutinó a los compañeros y coordinó las luchas. En 1927 se celebra clandestinamente en Valencia una conferencia anarquista. Están representados los grupos de la FNGGAA, los compañeros exiliados de la Federación de Grupos Anarquistas de Lengua Española y la Unión Anarquista Portuguesa. Se decide crear una organización que coordine las luchas contra ambas dictaduras de la Península: nace la Federación Anarquista Ibérica.

La creación de la FAI dio un nuevo impulso al anarquismo ibérico, en el que el federalismo (que permitía una flexibilidad de acción) y la acción directa (que rechazaba la negociación con los patronos y con el Estado y exigía la satisfacción de todas las reivindicaciones) así como la intensificación de la propaganda anarquista se ponen al servicio del proceso revolucionario.

Esta Conferencia de Valencia que da lugar a la fundación de la FAI se desarrolla en un momento en que la CNT atraviesa una situación muy delicada. Pero la Conferencia cree en la capacidad de los anarquistas para ponerla de nuevo en marcha, e inician una etapa semejante, se dice casi literalmente, a la de la vieja Federación Regional Española de la A.I.T.
Con los sindicatos de la CNT se prevé una colaboración a todos los niveles, si bien los anarquistas de la Conferencia saben que una cosa son los sindicatos y otra los grupos, y establecen claramente la separación y autonomía orgánicas.

Las actividades de los grupos de la FAI, además, eran tremendamente diversas y no se limitaban, ni mucho menos, al campo sindical, extendiendo su acción a todos los campos que abarcaba la problemática vital: educación, cultura, creación de ateneos, propaganda de las ideas, esperanto, naturismo, cooperativismo, etc. Aunque, claro está, la pregunta que se hace en la Conferencia es: "¿Existe dentro de nuestro movimiento la capacidad precisa para una obra constructiva sobre bases antiautoritarias y federalistas?", a lo que se contestaba afirmativamente...Y en ello pusieron todo su empeño.

La relación entre la CNT y la FAI fue uno de los elementos a tener en cuenta durante este período, incluido el proceso revolucionario de 1936-39. Las investigaciones realizadas dentro del ámbito burgués o marxista ("socialista" o "comunista") han intentado hacer ver con especial énfasis el supuesto sometimiento de la CNT con respecto a la FAI, trazando, de esta manera, un paralelismo con la relación de dependencia de la UGT con respecto al PSOE (cuestión ésta que sí se daba en muchas ocasiones). Pero a este respecto, no se ha tenido suficientemente en cuenta que, por su génesis, la CNT no era ningún sindicato reformista y que, desde su constitución, estaba abocada al sindicalismo revolucionario. La FAI pretendía una colaboración cercana con la CNT, pero no dominar el sindicato, cosa, además, alejada de lo que supone una concepción anarquista de las relaciones.

La relación entre ambas organizaciones fue fijada en base a la "trabazón" acordada en 1928, que había de regular la "fraternal colaboración" entre la CNT y la FAI. Ambas organizaciones rechazaban al Estado y aspiraban a una "reorganización de la vida social en su conjunto sobre la base del comunismo libertario, alcanzada mediante la acción directa de los oprimidos".

extracto sacado del Pacto asociativo

La F.A.I. constituye una unión federativa, es decir, libre y solidaria de grupos de afinidad y, excepcionalmente, de individualidades. Su función es asegurar la existencia, en Iberia, de una efectiva coordinación de las actividades de los diferentes grupos e individuos anarquistas, para que sea posible la realización de una revolución social que, liquidando el Estado y las clases sociales, suprimiendo la institución-propiedad y el trabajo asalariado, instaure una sociedad basada en el comunismo anárquico.

La F.A.I. lucha por un orden no impuesto, sin gobierno, sin autoridad de ninguna especie y sin explotación; un orden basado en la libertad de cada ser humano, en la igualdad social, en el libre acuerdo, en el apoyo mutuo y en la solidaridad humana.

La F.A.I. lucha por la sociedad anarquista únicamente por medios anárquicos, es decir, por medios no políticos, no reformistas y no legalistas, en definitiva mediante la acción directa.
Esta asociación federativa no llegará a ningún tipo de acuerdo con instituciones u organizaciones de naturaleza política o religiosa.

La F.A.I. combate al Estado bajo todas sus formas (monarquía, república, democracia representativa o popular, dictaduras de cualquier tipo...). Para esta federación, sólo la desaparición de los opresores por la acción de los oprimidos y la liquidación del Estado por los propios gobernados conducirá a la liberación del ser humano.

La F.A.I. combate a los sindicatos burocratizados u oficiales, sobre todo porque éstos, impidiendo el desarrollo de la acción directa de los trabajadores y buscando limitar las luchas sociales al campo de legalidad democrática, tratan de transformar al proletariado en una pieza del llamado Estado de Derecho, o sea un componente domesticado del capitalismo democrático.
A través de un trabajo de propaganda específicamente anarquista, del ejemplo práctico constructivo y de una intervención práctica en distintos medios sociales contra las diferentes manifestaciones concretas de la represión estatal y capitalista, la F.A.I. lucha por la eclosión de un movimiento insurgente, que cuestione la totalidad

de la sociedad autoritaria, y por la capacitación de los oprimidos para las tareas positivas de la revolución social.
La insurrección, anti-estatal y anti-capitalista, y la obra constructiva de la revolución social constituyen el objetivo global de esta unión federativa. Su método es la acción directa, considerada en su más amplia y dinámica expresión revolucionaria y constructiva.

La F.A.I. considera que el nacionalismo es la religión del Estado. Esta federación es una asociación coherente y consecuentemente internacionalista; entiende que la revolución social en Iberia debe ser parte integrante de una revolución mundial anarquista. Oponiéndose a toda forma de colonialismo o imperialismo, la F.A.I. defiende la existencia de una solidaridad práctica entre las clases expoliadas, pobres y gobernadas del mundo entero, en el marco de una lucha revolucionaria que busque la destrucción del capitalismo internacional y la abolición de las fronteras nacionales; su objetivo más amplio es la unión libre, igualitaria y solidaria, es decir, federativa, de las diferentes comunidades, pueblos y regiones de todo el mundo.
De acuerdo con su práctica, que cuestiona el principio en que se fundamentan las distintas formas de esclavitud de los individuos (el principio metafísico o religioso de autoridad), esta federación se declara racionalista y atea.

La F.A.I. combate la religión bajo todas sus formas. Conforme a sus ideas antirreligiosas y racionalistas, esta federación lucha por la instauración de un medio social que se base en la libertad individual y que tenga como objetivo el desarrollo integral de cada ser humano. Se considera, por otra parte, que ese desarrollo individual no será posible separado de la cuestión social, es decir, sólo se puede dar dentro de la sociedad libre preconizada.
El apoyo mutuo voluntario constituye el contenido de las relaciones que los federados establecen entre sí. La actividad y funcionamiento de la F.A.I. se basa en pactos libres. Los federados están vinculados entre sí por este pacto asociativo, que sólo puede se alterado por la voluntad expresa de todos los adherentes, y por un libre acuerdo unánime sobre la estrategia de la F.A.I. La base fundamental de la F.A.I. son los grupos de afinidad y, excepcionalmente, las individualidades federadas.

La F.A.I. posee un Comité Peninsular. Esté órgano no desempeña funciones de dirección o ejecutivas, sino tan sólo funciones de carácter relacionador u orgánico. Este Comité será elegido en Conferencia o Pleno Peninsular por un tiempo, pero cualquier miembro que lo integre es destituible en todo momento. La Conferencia de grupos es el máximo órgano decisorio de la

F.A.I. Los acuerdos que en ella se tome son vinculantes para todos los adherentes, y no podrán ser modificados más que en otra Conferencia.

La F.A.I. realizará Plenos en que se tomarán acuerdos concretos que en ningún caso supongan una modificación de los acuerdos de la Conferencia. En ellos se coordinará también el desarrollo de los acuerdos adoptados en comicios anteriores.

En la F.A.I. los acuerdos se toman por unanimidad. Para que un individuo o grupo se adhiera a esta federación es necesaria una propuesta de un federado o grupo en este sentido y la aprobación de un Pleno de ámbito local, regional o peninsular.
No se podrán adherir a esta federación individuos que exploten el trabajo ajeno, que ejerzan funciones en la máquina represiva o que pertenezcan a organizaciones de carácter político o religioso, a la masonería u otras sectas, o a sindicatos cuyos métodos y fines choquen frontalmente con los postulados anarquistas.
Cada grupo y cada adherente es plenamente responsable de sus propios actos. Cada grupo será responsabilizado del cumplimiento de los acuerdos que haya tomado. Ningún federado puede violar lo dispuesto en este pacto.

La F.A.I. rechaza cualquier forma de cooperación con individuos, grupos y asociaciones que, declarándose libertarios pero colaborando con instituciones de poder, buscan transformar el movimiento libertario en un componente de la sociedad democrática, por considerar que mantienen una actitud anti anárquica. La F.A.I. solo cooperará con quien rechace activa y coherentemente el poder bajo todas sus formas.
Esta federación no es legalizable ni institucionable. Su acción se basa únicamente en la capacidad de sus adherentes, en la solidaridad anarquista internacional y en la libertad conquistada. La F.A.I. no se mueve en el terreno de la "libertades" concedidas y reglamentadas por el Estado

Los negocios de CCOO y UGT: formación, pensiones y seguros.

Los negocios de CCOO y UGT: formación, pensiones y seguros.



CCOO y UGT han ido entrando poco a poco en el entramado empresarial fundando empresas de todo tipo, de donde ir sacando rendimiento a los dineros que reciben del erario público a través de múltiples subvenciones. Pasen y vean. Y si pueden, hagan una copia y pónganla en el tablón sindical de su centro de trabajo.








Los negocios de CCOO y UGT: formación, pensiones y seguros

Es posible que muchos de los lectores, aún pertenezcan a CCOO y UGT por aquello de la rutina. Pero ambas centrales sindicales, en otra época consideradas de clase, siguen dando alegrías a los trabajadores. Estos dos grandes sindicatos han ido entrando poco a poco en el entramado empresarial fundando empresas de todo tipo, de donde ir sacando rendimiento a los dineros que reciben del erario público a través de múltiples subvenciones. Pasen y vean. Y si pueden, hagan una copia y pónganla en el tablón sindical de su centro de trabajo. Si el negocio de la formación, y las triquiñuelas en su gestión, ya sorprenden a pocos, hay otras facetas qué, quizás, sean menos conocidas y tan rentables como la primera.

El negocio de los seguros siempre ha resultado una excelente inversión para el capital y, en esta faceta, CC.OO. y UGT no se han quedado parados, incluso montan sus propias empresa ¡¡¡ claro !!! por supuesto con la ayuda de MAMA ESTADO y como no, de la propia patronal. Permitiéndose el lujo de despedir a sus propios trabajadores.

Hace años que CC.OO. es accionista de la multinacional de seguros Atlantis en la que posee un 5% de su accionariado. A finales de 2006, UGT vende a Atlantis el 80% de su aseguradora ASP (Aseguramiento en Seguros y Previsión) de la que era único accionista, y adquiere el 5% del accionariado de Atlantis. De esta manera los dos grandes sindicatos se convierten en socios preferentes de la multinacional.

El Grupo Atlantis, en origen, estaba formado por tres empresas: Atlantis Seguros, Atlantis Vida, y Atlantis Asesores (100% de CC.OO.). En diciembre de 2006, como hemos dicho, se le unió ASP de la que UGT conserva el 20%. El accionista mayoritario del Grupo Atlantis es la aseguradora francesa: MAIF, La “Mutuelle Assurance des Instituteurs de France”, que asegura al 90% del profesorado francés. Le siguen en este escalafón: MACIF que es la mutua de los asalariados de la industria y del comercio. Los cinco grandes sindicatos de Francia de estos dos sectores, junto a otros miembros de la economía social, participan en su gestión y control, y el grupo UNIPOL que es el asegurador de la economía social en Italia. Fue creado en 1961 y está participado por la Liga Nacional de Cooperativas y Mutuas de Italia, los sindicatos nacionales, las organizaciones de trabajadores independientes y otros aseguradores de economía social (entre ellos MAIF y MACIF). UNIPOL protege a más de 6,5 millones de personas en Italia.

Los lazos entre Atlantis y los dos grandes sindicatos “obreros” españoles son tan claros que la compañía aseguradora se anuncia en las páginas Web de los sindicatos dentro del apartado de servicios, y ambas organizaciones aparecen como entidades vinculadas al grupo en su Web.

Como puede comprobarse, existe un verdadero entramado sindical europeo en el negocio de los seguros.

Pero todo esto se quedaría en el ámbito de lo anecdótico toda vez que hace tiempo que las organizaciones sindicales han entrado en la modernidad del mercado, las inversiones, y los negocios especulativos. Poco puede sorprender que las empresas (y CC.OO. y UGT lo son) inviertan su capital para la obtención de beneficios.

También, por conocido, no deja de ser asombroso que ambas centrales se garantizaran el negocio de las pensiones de los funcionarios públicos a través de una empresa: Gestión de Previsión y Pensiones, de la forman parte de su accionariado junto con el BBVA (70% BBVA, 15% UGT y 15% CC.OO) que fue elegida en un concurso público a través de una comisión de la que formaban parte los dos sindicatos. Vamos, que se “autoeligieron”.

Al mundillo de las aseguradoras se le abre una gran línea de negocio en el futuro próximo: la gestión de las prejubilaciones. Hace ya tiempo que UGT y CC.OO. andan detrás de controlar las Mutuas de Seguros y, la operación con Atlantis puede ser un primer paso

De entre los chanchullos indecentes que han acontecido en la utilización de trabajadores para obtener réditos, el más llamativo es el caso de la empresa vizcaína Babcock, una sucursal de la multinacional Austriaca “Austrian Energy” desde su privatización por parte de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) en la anterior legislatura.

Esta empresa privatizada por la SEPI a través de un acuerdo con los Sindicatos en 2002, y que estaba inmersa en una orgía de despidos, y que tenía en el momento de ese acuerdo una plantilla de 425 trabajadores, fue adquirida anteriormente por una multinacional alemana (Baccock Borsing) que suspendió pagos al poco tiempo y obligó a la SEPI y sindicatos a buscar un nuevo comprador. Terminó por adquirirla el grupo holandés AEE/ATB mediante un contrato de compraventa firmado en el año 2004.

Hoy (abril del 2007) sigue el conflicto con la plantilla mucho más reducida a través de distintas fases de prejubilaciones de las que, tanto CC.OO. como UGT, no están al margen y piden que se produzcan más. A todo esto, la SEPI ya ha anunciado que va a dejar de suministrar fondos. Pero, ¿cómo se benefician los sindicatos de estas crisis?

En el caso de Babcock, a través de un sucio, pero legal, procedimiento:

Babcock contrata un seguro con una financiera para pagar las prejubilaciones de los trabajadores; el seguro lo paga la SEPI (dinero público). La empresa contrató a Atlantis Asesores como intermediaria para la contratación del plan de pensiones de los trabajadores prejubilados. Atlantis Asesores es una empresa del grupo Atlantis participada al 100% por CC.OO.

Atlantis Asesores se dirigió por carta a varias aseguradoras españolas (Mafre, BBVA Seguros, La Estrella, Vitalicio, Caser, y algunas más) para notificarles el interés de la multinacional holandesa en la formalización de un plan de pensiones para 283 trabajadores. Ya avanzaba Atlantis que los gastos externos (comisiones de intermediación) ascendería al 1% del total de la póliza (unos 90 millones de €). UGT no iba a quedarse fuera de juego y, como todavía no era accionista de Atlantis, recomendó (a través de su Federación del Metal en Asturias) a otra intermediaria de nombre Bango.

De esta forma, los sindicatos que negocian el futuro de una empresa que llegó a contar en 1978 (cuando estaba nacionalizada) con 5.160 trabajadores, y que ahora no pasa de 325, se ha beneficiado del dinero público que la SEPI ha ido inyectando (122 millones de € anuales). Y la historia está inconclusa. No hace falta más que introducir en cualquier buscador el término “babcock” para observar que siguen reduciendo la plantilla y el interés de los representantes sindicales en continuar prejubilando hasta la total desaparición de la empresa. Hay que chupar de las comisiones – que paradoja – hasta el final.

Intentar distinguir en los tiempos que corren entre el mundo empresarial y el sindical implica un esfuerzo que sólo los ingenuos o los muy interesados en chupar de la burocracia sindical afrontan. Detrás de cualquier pensión; detrás de cualquier ERE; detrás de cualquier crisis donde se hable de prejubilaciones y reducciones de plantilla estarán los sindicatos a la caza de “comisiones” y beneficios a través de sus variopintas empresas.

Y, claro, como no tienen que rendir cuentas a nadie (sería ofender a quien lea estas líneas mencionar las Comisiones Gestoras de Cuentas) y trasvasan fondos de aquí para allá cuando les conviene, el negocio es redondo. No pasará mucho tiempo para que les veamos cotizar en bolsa.

Qué pena da ver a tantos currantes o­ndeando banderas rojas y manifestándose aquí y allá detrás de estos "emporios" de los Seguros y las Pensiones. ¡¡ Que pena……..!!

JUAN PEIRO MILITANTE DE LA C.N.T. ASESINADO POR EL FASCIMO ESPAÑOL

Junto a Juan García Oliver, Federica Montseny y López

fue un de los cuatro ministros anarquistas que participaron en el gobierno de Largo Caballero.









Juan Peiró i Belis, anarquista catalán nacido el 18 de Febrero de 1887 en el barrio obrero de Sants (Barcelona) y ASESINADO por las autoridades franquistas el 24 de Julio de 1942 en Paterna (Valencia). Fue ministro de Industria durante la ll Republica.

Con ocho años comenzó a trabajar en una fábrica de vidrio barcelonesa y no aprendió a leer y escribir hasta los veintidós. Siguió trabajando en el sector del vidrio, y junto a otros compañeros fundó la Cooperativa del Vidrio de Mataró, que nunca abandonaría. En 1907 se casó con Mercedes Olives, obrera textil, con la que tuvo tres hijos (Juan, José y Liberto) y cuatro hijas (Aurora, Aurelia, Guillermina y Mercedes).



Militancia sindical
Según él mismo su militancia sindical se inició en 1906, comenzando a tener cargos de responsabilidad entre 1915 y 1920, tales como secretario general de la Federación Española de Vidrieros y Cristaleros (1916-1920) y director de las publicaciones La Colmena Obrera (órgano de los sindicatos de Badalona) y El Vidrio (portavoz de los vidrieros federados). Su agudeza intelectual le llevaría más adelante a ser director del diario Solidaridad Obrera (1930) y del también diario Catalunya (1937).

Muy influenciado por el sindicalismo revolucionario francés, comenzó a tener tareas de responsabilidad en la CNT tras el llamado Congreso de Sants (1918) de la regional catalana de esta organización en la que, gracias a su capacidad de trabajo, dotes de organizador y gran prestigio, desempeñaría los más altos cargos. En el Congreso de La Comedia (1919) defendió las federaciones de industria que fueron rechazadas en aquella ocasión.



Los duros años veinte
Durante los años veinte sufrió la represión desencadenada por el Estado y la patronal contra el movimiento obrero. Tan solo en 1920 sufrió dos atentados y fue detenido y encarcelado en Soria y Vitoria.

En 1922 fue elegido secretario general de la CNT, celebrándose durante su gestión la Conferencia de Zaragoza, en la que se aprobó la salida de la organización de la Internacional Sindical Roja y su afiliación a la reconstituida Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT). En esta misma conferencia Peiró defendió junto a Segui, Pestaña y Viadiu la llamada «moción política», muy criticada por los sectores más ortodoxos de la organización.

Se estableció en Mataró en 1922 y en 1925 dirigió la constitución de la Cooperativa del Vidrio que ya había intentado organizar con anterioridad. Con la dictadura de Primo de Ribera la CNT quedó ilegalizada, clausuradas sus sedes y suspendidas sus publicaciones. Muchos de sus militantes fueron detenidos como Peiró que fue encarcelado en 1925, 1927 y 1928. Este último año fue nuevamente elegido Secretario General de la CNT. Criticó a la UGT por su defensa de jurados mixtos durante aquella dictadura y también a Pestaña, con el que sin embargo coincidía en otros aspectos. También criticó al sector más anarquista del sindicato, y a pesar de que se afilió a la FAI nunca militó en ella, defendiendo por el contrario una organización de masas y más sindicalista, y oponiéndose a los grupos de acción y a las minorías de militantes dirigentes.



República y Guerra Civil
En 1930 firmó el manifiesto de «Inteligencia Republicana» por lo que recibió numerosas críticas internas que le llevaron a retirar su firma. Siguió defendiendo las federaciones de industria hasta que en el congreso de la CNT de 1931 en Madrid consiguió un apoyo masivo frente a las tesis de la FAI. En ese mismo congreso apoyó la ponencia sobre la «Posición de la CNT frente a las Cortes Constituyentes» en la que se defendía que la proclamación de la República podría suponer un avance para la clase trabajadora. Esta ponencia fue aprobada con algunas modificaciones a pesar de la oposición de los sectores de la FAI que veían en ella un apoyo a la maquinaria política burguesa.

También en 1931 firmó junto a otros 29 destacados miembros de la CNT, entre los que se encontraba Ángel Pestaña, el «Manifiesto de los treinta», donde se analizaba la situación económica y social de España y se criticaba tanto al gobierno republicano como a los sectores de la CNT más radicalizados. La reacción de estos últimos provocó la dimisión de Pestaña de su puesto en el comité nacional de la organización y la salida de los sindicatos de Sabadell a los que posteriormente se fueron añadiendo otros que acabaron constituyendo un bloque denominado «sindicatos de oposición». Aunque Peiró participó en esta escisión no desempeñó responsabilidades destacadas y trató de tender puentes para evitar la ruptura definitiva. La reunificación se produjo en 1936.

Tras el alzamiento de los militares rebeldes, Peiró actuó de vicepresidente del comité antifascista de Mataró, marchándose sus hijos al frente. Defendió la entrada de la CNT en los gobiernos de Cataluña y España y planteó una República Social Federal como forma de estado cuando se acabase la guerra.

Junto a Juan García Oliver, Federica Montseny y López fue uno de los cuatro ministros anarquistas en el gobierno de Largo Caballero, encargado de la cartera de Industria. Desde este puesto elaboró el decreto de incautaciones e intervención en la industria y proyectó la creación de un bando de crédito industrial, aunque muchos de estos proyectos fueron recortados, ralentizados o diluidos por Negrín.

A la caída del gobierno de Largo Caballero regresó a Mataró y a la Cooperativa del Vidrio, dedicándose también a dar conferencias sobre su paso por el gobierno y a publicar duros artículos contra el PCE por sus actuaciones contra el POUM ( asesinato de su dirigente y de multitud de anarquistas) llámese semana trágica de Barcelona donde los comunistas del PCE a las ordenes de Moscú, decidieron terminar con la Revolución del Pueblo Español atacando al POUM y a la CNT en retaguardia en las calles de Barcelona. Promoviendo una contrarrevolución terminando así con las ilusiones de un pueblo que se levantó en defensa de unas libertades, y que el terror fascista de FRANCO, conjuntamente con el resto de oficiales franquistas y como no, apoyado por las dictaduras de Adolf Hitler y de Benito Mussolini lo mismo que la bendición de la Iglesia de Roma y el odio visceral hacia los Anarquistas del DICTADOR SOVIÉTICO JOSÉ ESTALIN

En 1938 entró nuevamente en el gobierno, ahora presidido por Negrín, aunque no con el rango de ministro sino de comisario general de Energía Eléctrica, manteniendo una actitud antiderrotista y proponiendo una cierta revisión del anarcosindicalismo a la luz del desarrollo la revolución y la guerra.



Exilio, captura y Asesinato de Juan Peiró
El 5 de Febrero de 1939 atravesó la frontera francesa, siendo brevemente detenido en Perpiñán, desde donde se dirigió a Narbona para reunirse con su familia. Más tarde se dirigió a Paris al objeto de representar a la CNT en la Junta de ayuda a los refugiados españoles (JARE), consistiendo su misión en sacar a los refugiados de la CNT de los campos de concentración franceses y facilitarles su traslado a México.

Tras la invasión de las tropas alemanas (Nazis) intentó huir, pero fue detenido cuando se dirigía a Narbona y retornado a París, donde las autoridades francesas emitieron contra él una orden de expulsión del país al objeto de sustraerlo a la acción de la GESTAPO y así pasar a la zona no ocupada y de allí a México. Pero fue detenido nuevamente por las tropas nazis y llevado a Tréveris (Alemania).

En enero de 1941 el ministerio de Asuntos Exteriores franquista solicitó su extradición, que se materializó en Irún el día 19 de Febrero de ese mismo año, incumpliendo las leyes francesas e internacionales.

Se le trasladó a la Dirección General de Seguridad de Madrid, donde fue interrogado y sometido a malos tratos. Iniciado el proceso y aplazado excepcionalmente, se le trasladó a Valencia en abril de 1941. En diciembre de este mismo año se abrió el proceso sumarial en el que Peiró contó con testimonios a su favor emitidos por instituciones y personas del nuevo régimen. Sin embargo, ante la total negativa de Juan Peiró a la propuesta del gobierno de Franco de dirigir los sindicatos franquistas determinaría su condena y su posterior asesinato el 24 de Julio de 1942.

En mayo de 1942 el fiscal formuló las acusaciones. En junio le fue nombrado el defensor militar de oficio y el 21 de Julio fue pronunciada la sentencia de muerte. Tres días más tarde sería Asesinado por el gobierno del que fue uno de los mayores asesinos de la historia FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE junto a otros seis compañeros Anarquistas de la CNT en el campo de tiro de Paterna.